Para Esperanza.
En este día no tengo mucho que regalarte, si acaso mis más grandes deseos de salud, amor y bienestar.
Además de esto quiero darte muchas, muchas sonrisas, toda mi alegría cuando estoy feliz. Cada una de mis lágrimas cuando estoy triste, todos mis arranques cuando estoy enojada y de mal humor.
Te regalo la imagen que refleja el espejo cada mañana cuando me asomo a él, junto a aquellas veces en que me dices sonriendo nostálgica: "peinada así, me recuerdas a tu abuela".
Te obsequio mi risa y mi voz desafinada, mi mirada azul a veces ausente y perdida en el espacio.
Te ofrezco mi pensar a veces incoherente, ilógico e irreverente, y mi sentir tan alocado y confiado.
Mi corazón es tuyo, con sus rasguños y raspones, a veces duro como piedra, otras demasiado blando.
toma mis inquietudes, mis decepciones y mis pequeños logros, son tuyos. Mis decisiones erradas o correctas, son tuyas.
Mis ganas y deseos por cambiar al mundo.
Te regalo mi caminar incierto, mis pasos decidiosos y tambaleantes.
Te ofrezco mis manos que lo mejor que hacen es expresar por escrito mis sentimientos y lo que vaga por mi mente, y que es tan díficil para mí expresar con propia voz.
Te regalo todo lo que soy y lo que no soy, lo que quiero ser y no puedo ser, lo que podría ser y no me atrevo a ser.
Mi respeto, mi amor, mi agradecimiento y mi reconocimiento por todo lo que luchas por ser.
Te obsequio mis actos, mis esfuerzos por seguir viviendo, mis ganas de vivir que son tan débiles y que algún día parecieron esfumarse.
Me diste la vida una vez, y me la volviste a dar en momentos de desesperación y locura.
Todos mis defectos, mi poco talento, mi desaliento y mi mal carácter, mis deseos, sueños, ilusiones y anhelos, son tuyos.
No tengo más que darte porque ya todo te lo dí. Siempre, siempre tendrás mi amor, mi cariño, mi ternura y mi apoyo, aunque a veces no lo demuestre.
Espero que todo, todo por lo que sueñas y luchas se haga realidad.
¡Feliz Cumpleaños, Mamá!
No hay comentarios:
Publicar un comentario