domingo, 28 de junio de 2009

Dónde estás?

Dónde estás? A dónde has ido?
Sé que es un lugar muy, muy lejano, donde no te puedo tocar ni te puedo escuchar, pero sé que tú sí me puedes oir y me puedes observar.
Llevaba tanto tiempo preparándome, esperándote; paradojícamente tú también más no para el mismo viaje. Seguro tu destino inmediato es mucho más lindo que el desierto árido de Cabo.

Mamichi, me preparaste para muchas cosas en mi camino, me diste muchos consejos y lecciones, pero nunca me enseñaste cómo decirte adios en esta vida, cómo escucharte sin oir tu voz, cómo sentirte sin tocar tu piel, ni cómo sentirme amada y protegida sin tus brazos a mi alrededor.
Llevaba tanto tiempo esperando tu visita mamá, y ahora no sé qué hacer con esa cama extra y con los planes que había hecho en mi cabeza.
No sé cómo grabar tu mensaje en la contestadora de tu teléfono para guardar tu voz en mi cabeza, y eso me frustra porque no se me ocurren más ideas para tenerte presente de todas las maneras posibles.
Me siento perdida y a punto de naufragar en este mar de emociones, sentimientos e inseguridades. Tú eras el puerto a donde siempre podía llegar y encontrar refugio. La piedra angular y la esencia de todo lo que soy..
Ay Má! ya no podrás leer el libro terminado, ni ver la página de internet, pero al menos sabías que lo intentaría por tí, por mi abue y por mi.

Creo que voy a estar bien, no te lo puedo asegurar, al menos lo intentaré pero a ti no te puedo engañar, sé que desde donde estás tú me cuidaras. Roberto sabe dónde te encontrará, él me lo ha dicho: la estrella más grande y la que brilla más, la que esté al lado de la de su abuelo.
Mi chaparro está muy triste, pero sabe que también lo cuidarás a él.

Má, nunca me imaginé que iba a llegar el momento en que sentiría un dolor tan grande como el que hoy siento, ese no era el plan sabes? en mi mundo color de rosa se suponía que tú nos despedirías a todos, y no al revés.

Má, te amo y te extraño más que nunca, ayúdame a encontrar el consuelo y la fuerza para dejarte ir en paz, porque yo sola no puedo.
Te quiero mucho mamichi... por siempre...


(Agosto 5 del 2007, Wendy's pillow)

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