Y me ofreciste tanto
y me lo diste todo,
me rodeaste de un cielo
y me arrulló tu mar.
Y miré por tus ojos
y escuché de tus labios
las palabras ardientes
que te dictó el amor.
¿Porque tú si me amabas, verdad?
Sería tan imposible que no hubiera sido asi;
todos aquellos besos
y todo aquel amor,
y de repente olvido, silencio, soledades,
lágrimas y dolor.
El tiempo ya ha borrado
todas las amarguras
y los gratos recuerdos
iluminan mi ser.
Y sin embargo ahora,
en esta noche triste
sola con mis recuerdos
tu nombre vino a mi,
¿Para qué me enseñaste
el sabor de tus besos?
¿Para qué me enseñaste?
Si te pensabas ir.
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