domingo, 10 de marzo de 2013

Querer querer

Revisando mis archivos en la compu, encontré lo q supuestamente iba a ser un diario… como muchas cosas en mi vida, tampoco le di continuidad. Pero hoy, q tengo el ánimo medio apachurrado, esa primera hoja del diario habla de la esperanza q yo quería tener en el momento en q más necesitaba algo x lo q esforzarme para poder salir adelante.
La fecha es Septiembre 1 de 2007.

Hoy es el primer día que empiezo a escribir esta especie de diario, hace años que no escribo en uno y no sé si seré constante, pero lo intentaré. Hoy hace 30 días que vi por última vez a mi mamá, y aunque van pasando los días no veo que el proceso se haga más fácil, creo que es todo lo contrario, cada día la extraño más. Cada día veo o escucho algo que me hace recordarla.

Hace unos días que empecé a sentirme mal, débil y mareada, no sé si sean síntomas de la depresión o solo sean consecuencias del agotamiento y del no estar durmiendo ni comiendo lo suficiente. Tenía miedo de poder desmayarme mientras manejaba en el camino hacia la casa, por lo que lo hice muy despacio.

Hoy íbamos a ir a acampar, pero cambiaron los planes y solo iremos a la playa mañana domingo. Por la tarde, le dije al Gordo que si íbamos a la plaza a dar la vuelta y buscar el estuche para mi computadora, me dijo que sí! Cuántas veces antes le invité a salir conmigo y siempre ponía algún pretexto, o cuando me decía que sí, a ultima hora me cancelaba los planes. Irónicamente, ahora que mi mamá se fue, se comporta de manera completamente diferente: está al pendiente y hasta preocupado conmigo, y procura que hagamos más cosas juntos. Deseo que no sea solo cuestión de unos meses.
Esta tarde, estando caminando por las tiendas de la plaza, recordé lo divertido que siempre ha sido salir con él. Siempre he pensado que él y yo somos muy similares en nuestra forma de ser, en nuestra manera de sentir y un poco en la de pensar.

Hoy, en este momento, siento algo que hacía mucho tiempo que no sentía: esperanza. Esperanza de que tal vez sí exista una posibilidad de estar bien, de sentirme bien; sin miedo, sin angustia, sin tanta tristeza y un poco menos de soledad.
Quiero empezar a creer que desde donde esté, mi mamá nos estará cuidando y seguirá estando con nosotros aunque no la podamos ver ni oír. Creo que por primera vez ya quiero que sea mañana. Quiero ir a esa playa, sentir el sol en mi piel, la brisa en mi cara, el mar; sentir la arena bajo mis pies, sentirme un poco viva aunque mi corazón, mi alma y cuerpo se sienten un poco muertos.
Ya quiero que sea mañana, y quiero querer cada día, que haya más mañanas.

Mamichi, te quiero mucho y te extraño. Buenas noches!

“Ya quiero q sea mañana” y en el fondo también quería un poco no tener q despertar.

En este momento en q me siento tan desanimada x situaciones q están fuera de mi poder, enojada conmigo misma x sentir cosas q no debería sentir; x volver al principio de la neurosis: permitir q el ego maneje lo q pienso y lo q siento.
Debería volver a querer eso: q haya más mañanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario