domingo, 11 de agosto de 2013

Un dia especial


No sabía si escribir o no pero recordé q el blog es al final de cuentas el espacio donde puedo dar rienda suelta a todo lo q me ronda x la mente, o en el corazón…

Hace un par de días recibí la invitación de mi jefa a pasar el día con ella. Debo reconocer q me sentí un tanto comprometida pero aun así acepte.

No sabía cómo llegar a la casa donde se llevaría a cabo la reunión, mi sentido de orientación, ubicación, dirección también conocido como GPS, en mí resulta desastroso. Afortunadamente, coincidí con mi jefa en una gasolinera antes de salir de San Lucas y pude seguirla hasta nuestro destino.

La casa es impresionante, tanto x el valor inmobiliario como x todo el sistema con q opera la casa. La ubicación, sobre un risco, frente al Pacifico, simplemente me dejo sin palabras. Hacía mucho tiempo q no estaba frente al mar de esta manera, sintiéndolo de una manera casi intima.

El grupo de menos de 10 personas, de diferentes edades y nacionalidades, con pocas cosas en común más q la relación con mi jefa, compartió bebidas, botanas y una cena ligera a un lado de la alberca, además de muchas anécdotas y risas.

Para muchos tal vez sea un día de playa o de alberca como cualquier otro. Para mí fue desconectarme de todo x unas cuantas horas para volver a conectarme conmigo misma.

Dentro del agua, mirando el océano, las gaviotas q se paraban en la orilla de la piscina, me pude olvidar de todo: trabajo (q aunq este de vacaciones sigo pensando en el), la casa y todo lo q necesito hacer en ella, familia y los problemas de mis hermanos, de amores no correspondidos, egos abatidos, amistades maltrechas, cachorros traviesos. Me olvide de todo y de todos y me dedique a mirar el mar, el cielo, las nubes; a pensar en mí, en donde estoy y a donde quiero ir. Sonreí mucho, me reí más. Fue un día especial.

La cereza del pastel fue platicar con mi jefa, quien me hizo varios regalos bastante onerosos, pero lo más importante fueron sus palabras y esas fueron invaluables.

Me dijo q me había invitado xq quería q yo descansara, me relajara, pasara un rato agradable. Q ella sabe q trabajo mucho para mi hijo y para mi casa. Q aprecia mucho mis largas jornadas de trabajo y q nunca me quejo cuando trabajo hasta tarde. Q no solo reconoce mi valor en la compañía sino a nivel personal, me aprecia y este día era solo una forma de demostrármelo.

Esta plática con ella al final del día me hizo retomar la confianza en mí misma, esa q hace un par de semanas empezó a tambalear. Me hizo recordar quien soy y xq soy quien soy, q me puedo doblar pero no quebrar. Me sentí un poco como el mar, q parece q esta solo pero de vez en cuando una gaviota lo visita, diferentes peces nadan en el en diferentes direcciones, pero el sigue siendo el mismo mar, fuerte, poderoso, impasible mar.

Gracias a Dios x este día especial!

   

No hay comentarios:

Publicar un comentario